En la actualidad existe una alta demanda de procedimientos estéticos con el objetivo de mejorar la calidad de la piel, hay mucha propaganda y los procedimientos más clásicos han sido desplazados por otros más tecnologizados y muchas veces bastante más caros. Hoy hablaremos del clásico peeling químico. Los peelings, la dermoabrasión y los láseres ablativos corresponden a métodos de renovación cutánea que buscan generar una lesión controlada en la piel con una profundidad conocida. En respuesta a esta noxa se desarrolla una regeneración del tejido y estimulación del colágeno.
Se indican para alteraciones pigmentarias como melasma, lentigos e hiperpigmentaciones; proliferaciones epidérmicas como queratosis; cicatrices de acné y acné comedoniano (puntos negros); también para arrugas finas, poros dilatados, fotoenvejecimiento, etc.
Se usan muchos tipos de ácidos: alfa hidroxiácidos, alfa cetoácidos, beta hidroxiácidos, resorcinol, solución de Jessner, ácido retinoico, ácido tricloroacético y fenol. Cada uno de los químicos alcanzan distintas profundidades (hasta la epidermis, dermis superficial, dermis media o dermis media/profunda) y sus indicaciones dependen del sitio anatómico, tratamiento previo y tipo de piel.
Cabe destacar que un peeling es un procedimiento médico (como ir al dentista o hacerse una endoscopía), antes de realizarlo es bueno haber preparado la piel, de preferencia elegir los meses de invierno para evitar el exceso de radiación UV y evitar el tabaco. También el paciente debe tener claro cuáles son los resultados esperados, conocer los riesgos, las complicaciones y cómo prevenirlos.
También es importante saber lo que pasará inmediatamente después del procedimiento lo que en inglés se conoce como “down time”. El primer día se desarrollará un enrojecimiento e incluso edema de la piel luego aparecerá una descamación fina por alrededor de 4 días en peelings superficiales y hasta 1 semana en los medios. Pueden incluso aparecer costras en peelings de profundidad media. Posteriormente se debe cuidar la piel con limpiadores suaves o paños húmedos, crema hidratante facial o vaselina y fotoprotección estricta. Los retinoides y otros tratamientos de uso previo se pueden reiniciar desde las 2 semanas.
A partir de la segunda semana se pueden ver los resultados: piel más tersa y luminosa, disminución de las arrugas finas y manchas superficiales. También se atenúan las manchas y arrugas más profundas. Además se hacen menos notorias las cicatrices de acné. Estos resultados son aditivos con nuevos procedimientos futuros. Los peeling se pueden repetir cada 3 a 12 meses.
Las ventajas del peeling son su fácil aplicación, no requiere pabellón, es más económico que otros procedimientos como láser, toxina botulínica, rellenos y cirugías. Además, si es correctamente indicado y la selección del químico es adecuada para el paciente, sus riesgos de complicaciones son bajos. Espero que este tema les haya parecido interesante, en otra entrada hablaremos de las otras alternativas de renovación cutánea. Como siempre, todo debe comenzar con una buena evaluación por su dermatólogo. Un saludo cariñoso, Catalina Andrighetti.