Hiperhidrosis o sudoración excesiva

Estos días primaverales nos traen la alegría de que ya por fin está terminando el invierno pero con la llegada  del calor pueden reaparecer algunas condiciones dermatológicas como la hiperhidrosis que permanecieron ocultas en los meses fríos. El sudor es el producto de las glándulas sudoríparas, éstas se distribuyen por todo  nuestro cuerpo y son más numerosas en algunos sitios como palmas y plantas donde pueden llegar a ser hasta 700 por cm2.
La hiperhidrosis primaria corresponde a una sudoración excesiva y descontrolada que interfiere con las actividades de la vida diaria. Afecta del 1 al 3% de la población y comienza en la infancia o adolescencia. Suele tener antecedentes familiares y tiende a mejorar en la adultez. Afecta principalmente las palmas y/o plantas y/o axilas de forma simétrica. La sudoración es generalmente durante el día y desaparece durante el sueño.
HIPERHIDROSIS-2
Hiperhidrosis palmar.
El centro de de la regulación térmica está ubicado en el hipotálamo y estimula a la glándula sudorípara. Este centro se activa mediante:
  • Clima caluroso.
  • Ejercicio.
  • Fiebre.
  • Ansiedad.
  • Alimentos especiados o calientes.
Es menos frecuente que la hiperhidrosis sea  secundaria, es decir que tenga una causa médica subyacente como:
  • Obesidad.
  • Diabetes.
  • Menopausia.
  • Hipertiroidismo y otras enfermedades endocrinológicas.
  • Enfermedades cardiovasculares.
  • Enfermedades neurológicas como: accidente cerebrovascular, neuropatía, daño medular, tumor cerebral, parkinson, etc.
  • Drogas: alcohol, cafeína, opioides, etc.
El diagnóstico es clínico, pero igualmente  se recomienda descartar las causas más importantes de hipersudoración secundaria con exámenes séricos de tiroides y glicemia. También se puede hacer el test de Minor que permite evidenciar la localización de la sudoración lo que ayuda a dirigir el tratamiento.
El tratamiento  incluye:
  • Medidas generales: uso de ropa holgada y de tejidos que permitan la transpiración. Cambio frecuente de ropa, usar zapatos con plantilla de cuero, etc. Usar jabones syndet, talco y evitar bebidas cafeinadas.
  • Medicamentos antitranspirantes con sales de aluminio o anticolinérgicos tópicos. Se aplican sobre piel seca y limpia, se pueden usar desde  1 a 7 veces por semana en la noche.
  • Iontoforesis: inmersión en un líquido y aplicación de una corriente eléctrica suave de manera repetida por varios días hasta lograr disminución de la sudoración.
  • Tratamientos orales: con anticolinérgicos como oxibutinina o betabloqueadores. No están excentos de efectos adversos  como: constipación, mareos, palpitaciones, etc.
  • Toxina botulínica: reduce la hiperhidrosis por un período de 3 a 6 meses pudiendo incluso tener efectos más prolongados y definitivos.
  • Destrucción o remoción de glándulas sudoríparas:
    • Quirúrgicamente: puede requerir injerto de piel para cerrar.
    • Termolisis: mediante calor.
    • Laser Nd Yag de aplicación subdérmica.
    • Ultrasonido de alta intesidad.
  • Simpatectomía: permite reducir la sudoración de la cara o del brazo y mano. Se reserva para casos severos por los riesgos y complicaciones. Recurre hasta en un 15% de los casos y la hipersudoración compensatoria  alcanza un 50 a 90% aunque es severa solo en el 2%.

La hiperhidrosis es un fenómeno molesto y frecuente que tiene tratamiento aunque la mayoría de las veces funciona mientras está en uso y recurre al suspender. Afortunadamente hay muchas opciones terapéuticas en caso de falla o falta de respuesta. Consulte a su dermatólogo, un saludo cariñoso, Catalina Andrighetti Ferrada.

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