Los angiomas en cereza, punto rubí o angiomas seniles corresponden a pequeños capilares qué proliferan hasta formar puntos rojos brillantes en cualquier sitio de la piel. Se reportan en menos de un 5% de los adolescentes en cambio hasta un 75% de los mayores de 75 años.
Suelen aparecer a partir de la cuarta década y aumentan con la edad. De preferencia se encuentran en tronco y extremidades y con menor frecuencia en la cara y cuero cabelludo.
Algunos factores que se asocian con su aparición son: embarazo, diabetes, exposición a químicos, inmunodepresión, uso de inmunomoduladores, etc. Son asintomáticos y no confieren ningún riesgo a futuro pero pueden sangrar si se traumatizan.

Es importante reconocerlos y diferenciarlos de otras lesiones vasculares benignas como agioqueratomas, lago venoso, granuloma telangiectásico y algunas lesiones malignas como carcinomas, metástasis, melanoma amelanótico, etc.
El exámen físico y la dermatoscopía son suficientes para diagnosticarlos pero ocasionalmente es necesario confirmar el diagnóstico con una biopsia.



Usualmente no requieren tratamiento salvo que estén en sitios estéticamente significativos o que sangren por estar en zona de trauma frecuente. En estos casos se pueden manejar con laserterapia, electrocirugía o crioterapia.
Consulta a tu dermatólogo si tienes alguna duda. Un saludo cariñoso, Catalina Andrighetti Ferrada.